Unos años después, volver a la ciudad del viaje de egresados

Villa Carlos Paz

En la preadolescencia se suele viajar a Carlos Paz con los compañeros de curso. El plan es el siguiente: hacer cosas de chicos, pero no tan chicos. De día se visitan los complejos recreativos como Peko’s, Parque Siquiman y la aerosilla. También se hacen algunos recorridos típicos como la visita al Dique San Roque y la excursión a las siete cascadas (La Falda), donde se suele tomar la foto grupal con la bandera llena de colores y nombres escritos. Por la noche, los coordinadores proponen coreografías en las matinées. Todos siguen la secuencia de los pasos para bailar la canción del momento.

El regreso al lugar

Con unos años más encima se pueden disfrutar otras cosas de la Villa. Por ejemplo, tomar sol y refrescarse en los balnearios que ofrece la ciudad, dar un paseo por la costanera y por el paseo las farolas. Por la noche, la múltiple oferta de espectáculos y gastronómica y la brisa propia de las sierras, terminan de redondear la jornada.

Otra posibilidad es recorrer toda la punilla desde Villa Carlos Paz, ya sea por cuenta propia o en excursiones. Se puede hacer una escapada a Tanti, ciudad ubicada a 17km de Carlos Paz, para encontrar otros balnearios y piletas naturales. Luego se puede seguir viaje hacia Cosquín (conocida por el festival de folclore), Los Cocos (de laberintos de ligustros) y Capilla del Monte (y sus experiencias en Cerro Uritorco).

Y para los que viajan en familia, por qué no volver a los sitios que han visitado en aquel viaje de egresados de los doce años. Recordar aquel viaje y poder mostrar cómo se han divertido a sus nuevos compañeros de vida, sus hijos.

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San Carlos de Bariloche

Mucho boliche. En el viaje de egresados hay mucho boliche. También se hacen excursiones, pero naturalmente algunas quedan afuera. Por eso, hay que volver a Bariloche para aprovechar cada lugar que nos puede ofrecer esa maravillosa ciudad. Veamos.

Generalmente en los viajes de egresados se opta por el Cerro Otto y Cerro Catedral. Pero hay una excursión que suele quedar excluida, la que invita a conocer las cavernas del viejo volcán en Cerro Leones. Allí aparece la historia de los tehuelches, esos gigantes patagónicos que vivían en cuevas aisladas del frío. Y que nos dejaron un legado de pintura rupestre que puede verse en la roca. Se hace el ascenso a la cumbre a pie para adquirir una vista panorámica increíble. Además, como un pequeño tesoro en el interior del cerro, corre agua subterránea, a la que los más aventureros podrán acceder protegidos con un casco.

Otro lugar interesante para visitar es Colonia Suiza. Conviene ir desde temprano, almorzar algunas de las tantas comidas que ofrecen en la feria -como el curanto- y regresar caminando. Lleva mucho tiempo, pero es una caminata agradable, porque el camino lleva a encontrarse con lo más sencillo, pero a la vez, lo más preciado: la naturaleza.

Otros lugares imperdibles son la Isla Victoria y el Bosque de Arrayanes. También, como excursión, se puede ir a El Bolsón, un pueblo de una tranquilidad elaborada artesanalmente. En ese recorrido se encuentran las fábricas de cerveza y dulces artesanales. A unos pocos kilómetros, también, sale La Trochita, tren turístico de la Patagonia que transporta a los pasajeros en un viaje de otra época. Consultar previamente su disponibilidad.

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