Resulta económicamente conveniente alquilar una casa, cabaña o departamento para pasar las vacaciones entre varios amigos. Esto implica convivir con personas conocidas, con quienes nos llevamos bien, pero con los que no convivimos durante el año. ¿Podremos convivir? ¿Cómo pasar unas buenas vacaciones con amigos?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta son los puntos que pueden generar discordia, dónde tenemos que buscar consenso. En ese sentido, la elección del destino es la primera prueba de fuego. El lugar tiene que ser propicio para hacer actividades grupales, con una amplia oferta de atractivos turísticos. También es importante que sepamos que si bien se trata de vacaciones grupales, no significa que debamos compartir las 24 horas del día. Cada uno tiene que ser independiente frente al viaje. Si alguien no desea hacer la actividad que elige la mayoría porque le resulta incómodo, tiene que tener el derecho de “hacer la suya” sin frustrar los deseos de los demás y propios.

Otro punto clave es conocer con quién vamos a viajar. Cuando se suma un amigo de un amigo, totalmente desconocido, que cae con sus valijas de viaje, puede resultar un problema para algunas personas. Para evitar eso, te recomendamos armar reuniones previas con los futuros compañeros de viaje. De esa manera conocerás a todo el grupo y evitarás la sorpresa. Además, resulta fundamental que todos puedan tomar decisiones con respecto a la organización del viaje. Esto evita reproches y desencantos futuros.

En esas mismas charlas pre-viaje podemos plantear nuestras expectativas. Qué es lo que nos gustaría hacer (itinerario y actividades), el dinero del que disponemos para gastar (cuánto llevar, cómo repartir gastos), pautas de convivencia (horarios para despertarse, reparto de habitaciones, etc.). Todos estos temas debemos abordarlos y tratar de tenerlos resueltos en mayor medida con anterioridad al viaje. Al momento de negociar esto y de llevarlo a la práctica no debemos olvidar que se trata de vacaciones. Las tareas, como por ejemplo cocinar, pueden ser divertidas si todos colaboran un poco. Las reglas estrictas del año deben flexibilizarse. Todos tenemos que ceder un poco. Aceptemos vivir un poco más desordenados, desorganizados, sin horarios. Al fin y al cabo para vivir de otra manera tenemos todo el año y estas son vacaciones. A charlar con el grupo y a preparar un viaje inolvidable.